Cuidados con alma 

Gracias por darle un espacio a esta pieza en tu hogar, fue hecha a mano, con papel que dejó de ser papel, con manos que tejen memoria y color, y con un acabado en resina y barniz que la transforma en un objeto duradero, pero también delicado. Como todo lo que se hace con amor, tu pieza necesita cuidado no por frágil sino por valiosa.

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Cuidados esenciales

• No la sumerjas en agua ni la laves en lavatrastes.
   

• Evita agua caliente, solventes, cloro o productos agresivos.
   

• No talles con fibras o esponjas abrasivas. Límpiala solo con tus manos o con un trapo suave,
  agua tibia y un poco de jabón neutro. Luego enjuaga y deja secar al ambiente.
   

• No la expongas al sol directo por tiempos prolongados. El sol, aunque hermoso, acelera la decoloración.
   

• No la acerques al fuego ni a fuentes de calor intenso. (Evita hornos, parrillas, velas encendidas o calefactores.)
   

• No apliques peso, no la taladres ni la raspes. Aunque firme al tacto, su alma sigue siendo papel.
   

Un consejo de quien la creó

Tu pieza no fue hecha para estar guardada fue hecha para acompañarte. Colócala en un rincón donde pueda respirar, recibir luz suave, y recordarte que el arte también puede ser cotidiano.

¿Y si algo sale de lo normal?

Si tienes dudas sobre su limpieza, cuidado o sucedió algo que no esté incluido en esta lista, no dudes en escribirnos. Y si tu pieza llegó con algún defecto de fabricación o se dañó por una situación especial, contáctanos. Queremos que estés feliz con ella y, si es posible, te daremos opciones de reposición o restauración.

Estamos aquí para cuidar lo que hacemos… y a quienes lo reciben.